BUTÁN, EL REINO DEL DRAGÓN
Conocido como el Reino del Dragón del Trueno, Bután es uno de los países más asombrosos y desconocidos de Asia. Cuando decimos “reino” no es en vano, pues se trata de una monarquía parlamentaria y sus reyes son muy queridos. Aquí, la riqueza del país se mide en función de la felicidad de las casi 800.000 personas que lo habitan, con el FIB, índice de felicidad bruta. Éste indica que sus habitantes se encuentran entre los más felices del mundo, algo que se puede entender al contemplar su sencillo modo de vida entre paisajes asombrosos.
Y es que su belleza radica en su relación con la naturaleza, con lugares increíbles como los castillos feudales conocidos como dzong o su gran icono, el famosísimo Nido del Tigre, un templo ubicado sobre un vertiginoso precipicio.
Su localización, entre las grandes montañas del Himalaya y sin salida al mar, lo ha convertido en un lugar de difícil acceso, a pesar de tener de vecinos a dos gigantes como China e India.
Cabe admirar su tenacidad por preservar su identidad. Con la entrada de extranjeros limitada, los primeros turistas llegaron al país en 1974 y hasta casi el siglo XXI, en 1999, no tuvieron telefonía ni televisión. Todo ello ha ayudado a la conservación de las tradiciones, los templos y las sonrisas a la perfección.
RELIGIÓN Y CULTURA
El Reino de Bután es el único estadode la cordillera del Himalaya cuya población es en su mayoría practicante del budismo mahayana tántrico y cuyo desempeño tanto en el ámbito internacional como en su administración interna está estrechamente vinculado con los valores y principios budistas de reciprocidad, felicidad, solidaridad, vida familiar y cooperación, entre otros. La práctica de esta religión se atribuye al portentoso Padmasambhava, el Gurú Rinpoche (Precioso maestro reencarnado), que llevó el budismo a uno y otro lado del Himalaya.
FESTIVALES
Los festivales en Bután, tshechus en la lengua local, son ricas expresiones de su centenaria cultura budista. Estas fiestas se celebran en todos los distritos en honor a Gurú Rinpoche, el santo que introdujo el Budismo en Bután en el siglo VIII.
Uno de los más conocidos es la danza de máscaras de Drametse, celebrado dos veces al año y que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El baile reúne a 16 bailarines bellamente enmascarados, vestidos con trajes coloreados, y a otros diez hombres que forman la orquesta. Estos bailes son también una rica forma de tradición oral a través de los cuales los butaneses transmiten valores, mitología y creencias espirituales. La profunda fe y devoción de la gente son lo que convierte estas fiestas en una ocasión especial.
QUÉ VISITAR
Podríamos dividir Bután en 3 regiones:
La región occidental es la más visitada ya que en ella se encuentra el único aeropuerto internacional de Bután. Los lugares imprescindibles en esta región incluyen Paro, donde se encuentran el aeropuerto, el famoso Monasterio del Nido del Tigre o Taktshang, situado a 3.120 m de altitud incrustado en un barranco, y el gran dzong de Paro, el segundo mayor y más antiguo de Bután. Thimphu, la capital del país que más parece un pueblo encantado con casas tradicionales de madera que una ciudad. Y el valle de Punakha, antigua capital del reino a 1.242 m de altitud, lleno de camposde arroz, y su espectacular dzong.
La región central es conocida por ser el corazón espiritual y religioso de Bután. Incluye el distrito de Bumthang y sus famosos festivales religiosos, especialmente en Jakar, o el hermoso valle de Phobjikha.
Por último la región oriental es la menos explorada por ser la mas alejada del aeropuerto. En esta región se asientan algunos de los grupos étnicos mas interesantes del país, como la etnia Brokpa que habita en los valles de Merak y Sakteng. Nómadas que crían yaks, una especie de vaca autóctona, y rebaños de ganado para su sustento con su propio idioma, traje y tradiciones. El asentamiento principal se encuentra en Trashigang.
UN PAÍS LLENO DE PARQUES NATURALES PARA AMANTES DEL TREKKING
Los amantes de la naturaleza encontrarán en Bután un auténtico paraíso: lagos de aguas cristalinas, imponentes glaciares o algunas de las especies animales más amenazadas del mundo esperan en el anfiteatro montañoso de la cordillera del Himalaya. Es una de las regiones con mayor diversidad biológica del mundo.
Como parte de los esfuerzos de conservación, la política oficial del país indica que el 60% de la superficie del país debe permanecer boscosa, aunque actualmente cuenta con alrededor del 72%. Los pandas rojos, la grulla cuellinegra, ciervos el raspar, el langur dorado, tigres de Bengala, takins, ovejas y osos negros del Himalaya son sólo algunos de los muchos animales raros y exóticos que se pueden ver en Bután.
LA LEYENDA DEL YETI
Puede que se la conozca como La Tierra del Dragón, pero los mitos no acaban ahí. El guardián protector más feroz de Bután no es ni el tigre volador de sus cimientos budistas, ni el dragón del que se rumorea que causa las tormentas eléctricas que iluminan sus valles: es EL YETI.
“Había una vez una joven pastora llamada Pemma, que vivía en lo alto de las cumbres nevadas de Bután. Pasaba los días recorriendo los prados alpinos en busca de hierba fresca, seguida de su fiel rebaño de ovejas. Pero un día, poco después de la temporada de partos, una de las recién nacidas desapareció del rebaño. Pemma estaba decidida a encontrar…”
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DATOS CURIOSOS
El deporte nacional de Bután es el «Dha», que es una forma de tiro con arco. Este deporte tiene una gran importancia cultural y social en el país. El tiro con arco en Bután no solo se practica como un deporte, sino que también está vinculado a rituales y festividades tradicionales. Los arqueros suelen vestir trajes tradicionales y usan a su vez arcos modernos made in USA, resaltando el contraste de las fuertes tradiciones del reino con el mundo moderno.
El budismo prohíbe matar animales, por lo que la carne, a pesar de estar presente en su gastronomía, tiene que venir de otros países, siendo la India su principal proveedor.
ALOJAMIENTO
Meditación, naturaleza en estado puro, trekking, templos, tradición, mitología y misterio son algunas de las características de un viaje a Bután. Vive todo eso y mucho más en los mejores hoteles, como los Six Senses o los Amankora.
Disfruta de este viaje místico y convierte tu estancia en una experiencia en sí misma.
