Marruecos es el país del exotismo asegurado, y a muy poca distancia. Del otro lado del Estrecho de Gibraltar, esta magnífica tierra de contrastes y sabores nos invita a soñar. De la fascinante Marrakech a los verdes palmerales del Valle del Draa, de las dunas del Sáhara, a los picos del Alto Atlas, de la cosmopolita Tánger a los azules de Chefchauen.
Plazas que nunca descansan, maravillosos zocos y bazares, puestas de sol sobre el océano Atlántico, dédalos de calles donde se asientan los más exclusivos palacios y riads, té de menta con unos pastelitos de almendra. ¿Qué más pedir?
