El efecto Louboutin es ya una realidad y te espera en Vermelho, Melides, en pleno litoral alentejano. Haz check-in en el hotel del diseñador, una fantasía que te hará viajar de The White Lotus a Rosalía… sin salir de Alentejo.
Quizá te suene a chino, como mínimo a portugués, pero las búsquedas de “Vermelho Melides” llevan meses colándose como un goteo en Google, borbotones ya en los últimos días. No es para menos: el runrún en el mundillo hotelero no ha cesado desde que se supo que Christian Louboutin, celebérrimo diseñador de zapatos –cuyo sello personal son esas suelas de inconfundible color rojo intenso (vermelho en portugués)– tenía previsto abrir un hotel en Portugal. Y no en Comporta, de donde huyeron hace tiempo quienes vieron su paraíso secreto amenazado por el auge del turismo (de lujo, sí, pero a golpe de construcciones por doquier), sino en Melides, a escasa media hora en coche. Un pueblito alentejano como tantos en el que Louboutin encontró refugio –también un puñado de amigos suyos– enamorado de sus playas salvajes, de los atardeceres frente a la laguna, de los verdes bosques de pinos, robles y alcornoques. Vermelho, evidentemente, fue una de las razones para hacerlo.
¿POR QUÉ RESERVAR?
La respuesta es obvia. ¿Cómo no reservar cuanto antes en el esperado estreno como hotelero de Louboutin? Si ya media humanidad soñaba con calzarse sus zapatos de suela roja… ahora el sueño será quitárnoslos y dormir en Vermelho (por cierto, las zapatillas de cama son preciosas).
EL AMBIENTE
Los habitantes de Melides nunca imaginaron que el efecto Louboutin convertiría este pequeño pueblo de la costa alentejana en uno de los lugares más buscados de los últimos meses. Pero no te dejes engañar. Melides sigue siendo esa tranquila localidad portuguesa no apta para quienes busquen ver y ser vistos, para quienes pretendan actitud ibicenca y venga de TikTok empapado en champán. El lujo de la sencillez es aquí una realidad: no verás más que una plaza, una iglesia, un puñado de baretos –de pueblo-pueblo–, un diminuto mercado y, eso sí, una playa interminable a pocos kilómetros para perderse y desconectar. Esto es literal: habrá zonas de la duna donde pierdas la cobertura del móvil. Con solo 13 habitaciones, el hotel se perfila como un destino para artistas, creativos, bohemios de buen vivir y, sobre todo, para amantes del estilo de vida del verano alentejano: sosegado, entre amigos, de chapuzones por el día en un mar frío y poderoso y noches de vino, sardinhas y charlas a la fresca (no olvides la sudadera) bajo las estrellas de uno de los cielos más nítidos que hayas visto jamás.
LA HISTORIA
Nada hubiera ocurrido si Christian Louboutin no se hubiera hecho un profundo corte mientras diseñaba una de sus colecciones en su retiro de Comporta. Fue hace doce años cuando, en el trayecto hacia el hospital de Santiago do Cacém, se fijó en Melides. El resto es historia: el creador se enamoró de este silencioso rincón rodeado de densos bosques y bañado por una laguna, casi marisma diríamos, flanqueada por playas de una belleza insultante, incluida Galé, con su acantilado fósil de más de cinco millones de años de antigüedad. Aquí, en la modesta casa de pescadores que compró, pasa largas temporadas con sus amigos, y es también aquí donde ha decidido iniciar su aventura como hotelero. Porque esto no ha hecho más que empezar: Vermelho Melides es solo su pistoletazo de salida, ya que el diseñador abrirá otro de diez habitaciones en 2024 a orillas de la laguna y después llegará un tercero, sin fecha confirmada, en una colina en mitad del bosque. Melides es su lugar, no hay duda. Y quiere que el tuyo también.
EL HOTEL
Solo 13 habitaciones hacen de Vermelho un hotel irremediablemente exclusivo, de intenciones casi conventuales. Ubicado en el mismo pueblo en un gran edificio palaciego de arquitectura de influencia alentejana, quizá pensarás al verlo que siempre estuvo ahí. Pero no. Se trata de una obra completamente nueva gracias al proyecto de la arquitecta lisboeta Madalena Caiado bajo las directrices del propio Louboutin. Más que 100% alentejano, Vermelho es un cóctel de influencias con mucho, muchísimo, de las infinitas conexiones entre el sur de España y Portugal. El resultado, que es lo que importa, consigue el efecto deseado: hacerte sentir como si estuvieras en la casa de una adorable y fenomenal abuela portuguesa.
Aunque Louboutin ha dibujado casi por completo este collage de lazos culturales, también ha trabajado con Carolina Irving, cuyas ricas telas tapizan butacas e inundan de color cada rincón, y Patricia Medina Abascal, interiorista de postín y gran experta en la tradición decorativa española. Lo verás en la profusa carpintería de las puertas, auténticas joyas realizadas por Los Tres Juanes de Granada, con pomos y tiradores de Orfebre Seco (Sevilla), toda una declaración de intenciones del legado histórico del sur de la Península Ibérica. Y en las habitaciones, con baños en mármol de truco barroquizante, amenities de la firma india Kama Ayurveda elegidos personalmente por Louboutin y espléndidas bañeras en algunas suites que recuerdan a los antiguos pilones de nuestras casas de pueblo. El diseñador ha forjado en definitiva un sueño al que añade los hermosísimos azulejos portugueses de la legendarios Azulejos de Azeitão –algunos incluso de su colección privada– que verás por doquier, las antigüedades que salpican habitaciones y zonas comunes, las luminarias de Eric Helaines, la obra pictórica de François Roux en trampantojos y detalles y el ejercicio de fabuloso kitsch del artista Konstantin Kakanias, que nos lleva de viaje a Grecia dentro de la habitación y la suite que se encuentran en la torre anexa.
GASTRONOMÍA
El restaurante Xtian, dirigido por el chef David Abreu, que vuelve a casa tras su paso por hoteles de Macao, Lisboa y Reino Unido, profundiza en la contundente cocina local con platos como el porco à alentejana (cerdo con almejas), la ensalada de pulpo, la sopa de gallina (con receta de su abuela), el guiso de jabalí de su tía Fátima, los salmonetes fritos con calamares y arroz o el siempre presente bacalhau. La breve carta de vinos ofrece una cuidada selección de bodegas portuguesas, mientras que los desayunos, que también se sirven en Xtian, son un nuevo homenaje a Alentejo a través de una fantástica selección de bollería –pastéis de nata incluidos–, embutidos, quesos de proveedores cercanos, huevos y frutas de temporada. El bar Vermelho es una absoluta fantasía, aquí ya podríamos hablar de locurón, un más que evidente guiño a la iconografía religiosa de la Semana Santa gracias a una barra que es casi un paso de palio repujado por la histórica casa sevillana Orfebre Villarreal. Vida Dura, que tiene una coqueta tienda en el propio Melides, firma las vajillas, pura artesanía portuguesa, y las sillas en colorido ratán son de la emblemática Maison Gatti de París.
LA ZONA
Insistimos. Aquí no hay casi nada. Melides es realmente pequeño y tranquilo, con solo dos pequeñas tiendas: además de Vida Dura, donde puedes comprar la vajilla del hotel y otras artesanías portuguesas, te toparás con Noemina, propiedad de Noemi Marone Cinzano, gran amiga de Louboutin y heredera de la conocida familia italiana. Quien quiera empaparse de la zona consciente de que esto no es The White Lotus (aunque a veces lo parezca) y mucho menos un remedo de verano americano en Portofino, podrá hacerlo: hay algunos restaurantes típicos que son clasicazos entre los habituales (el que esto firma lo ha sido durante un porrón de años), como el surrealista O Melidense, estupendo para unas sardinas a la plancha en su bulliciosa azotea tras un día de playa, el clásico Tía Rosa, famoso por su arroz de pato y siempre a tope durante el verano, o la Taberna das Sobreiras Altas, donde degustar platos de caza y auténtica cocina local. Además, otro espectacular y escondidísimo hotel con cuatro exclusivas villas, ya abrió hace unos meses –y aquí te lo contamos en primicia– dando pistas de que algo empieza a bullir en Melides.
La excursión obligada te llevará a Comporta, a apenas media hora, donde, allí sí, verás el imparable crecimiento –aunque de momento controlado y alejado del overtourism– de sus proyectos hoteleros y residenciales. En las playas de Pego y Carvalhal practicarás eso de “ver y ser visto” si acaso lo echas de menos y, tanto en Carvalhal como en Comporta, encontrarás un puñado de tiendas de decoración, antigüedades y moda. En dirección sur, más allá de Sines, ahí donde se acaba la gran duna, arranca el Parque Natural del Suroeste Alentejano y la Costa Vicentina, con acantilados de enorme belleza y pueblos aún ajenos al titular y la fanfarria. Así que no lo cuentes mucho.
BIENESTAR
Vermelho cuenta con una pequeña cabina de tratamiento para dos en la que destaca una preciosa pared de alabastro suavemente iluminada para crear un ambiente de pura desconexión.
EL SERVICIO
Casi 40 profesionales para solo 13 habitaciones, la mayoría jóvenes portugueses con un infalible as bajo la manga: la siempre cálida hospitalidad de nuestros vecinos, tan cercanos, profesionales y bien formados. ¿Te gustan los zapatos que llevan? Has acertado, son de Louboutin. El director, Rodrigo Leal, que fue hotel manager en Spatia Comporta y en Casa Mãe, en Algarve, trabaja ahora en el desarrollo de Vermelho, una de las grandes aperturas del año, de la mano de la impecable Marugal, empresa española especializada en el desarrollo, lanzamiento y operación de hoteles singulares.
En próximos meses los huéspedes dispondrán de un servicio de transfer exclusivo para la playa y diferentes experiencias en los alrededores, como paseos a caballo por la playa, visitas a bodegas y escapadas a pueblos cercanos como Comporta, Porto Covo, Alcácer do Sal…
SOSTENIBILIDAD Y ACCESIBILIDAD
Climatización frío-calor a través de geotermia, reductores de exceso de agua en los baños, iluminación LED, botellas de agua filtrada en botellas de vidrio para las habitaciones, proveedores locales de aceite de oliva, verduras, frutas, pescado, carne…. Además, Vermelho tendrá su propio huerto en los próximos meses. Los accesos incluyen rampas y dos ascensores y una de las habitaciones está adaptada a personas con capacidades especiales según la normativa europea vigente.
EL DETALLE
¿Te has fijado en los fastuosos ornamentos en hierro alrededor de las ventanas y puertas? Estos adornos de intención absolutamente rococó serán sin duda lo primero que quieras compartir en Instagram cuando llegues a Vermelho, así que toma nota: tras ver la fuente que diseñó para el hotel Sirenuse de Positano y La Galerie du Passage de París, Christian Louboutin decidió conceder carta blanca al escultor Giuseppe Ducrot. Dicho y hecho. Es más, al cierre de estas líneas, publicadas una semana después de nuestra visita, aún faltaba por culminar la piscina, de la que sí sabemos que estará presidida por una fuente de inspiración mitológica y marina hecha, cómo no, por Ducrot.
Textos e imágenes: Revista Traveller.